martes, 9 de noviembre de 2010

Hijo Rata (I)

Este jalogüin habíamos decidido quedar en una casa para echar unas partidas, como hacía mucho que no caían. Así que, debido a mi falta de tiempo endémica, y a que todo esto se planeó como cuatro días antes del sábado en cuestión, me propuse comprar una aventura en lugar de hacerla por mí mismo.

Echando un vistazo a la tienda de nosolorol (me gusta potenciar el producto patrio siempre que puedo), comprobé que ahora ofrecen rol en formato electrónico, así que miré a ver si había algo que aprovechar. Hijo Rata parecía una buena opción: 2'50 euros por una aventura one shot, que dirían los colegas ingleses, con personajes pregenerados y todo. Además, el argumento lo hacía propicio para el ambiente de esa noche. Ni corto ni perezoso lo adquirí, y en un par de horas ya lo pude descargar.

La verdad es que su lectura me dejó un poco frío. Si le quitamos el espacio dedicado a las reglas d20, los personajes y la historia que enmarca la aventura (un tanto excesiva para lo que es luego la aventura), nos encontramos con once páginas de módulo. Módulo que en el fondo no es más que la descripción del lugar donde se sucede la acción y alguna que otra tabla de encuentros. A priori me pareció muy poco contenido. No hubiera estado de más una cronología de eventos o una guía más específica de cómo el asesino en cuestión actúa o la descripción de un par de escenas para dar algo más de chicha al asunto. Al final de lo que se trata es de soltar a los pobres jugadores allí y ver qué pasa. Lo cual, si es la noche adecuada, puede funcionar muy bien, pero si no están por la labor de trabajarse la aventura, todo queda en manos del director de juego, y ello supone mucho trabajo por su parte. Igual es que me hago viejo, pero me gustan las aventuras más concretas, y que no supongan tanto esfuerzo para el DJ. Para eso es para lo que quiero una aventura comprada. Si tengo que adornarla después con multitud de escenas y secundarios, entonces prefiero diseñarla yo mismo y santas pascuas.

Aunque mis jugadores aseguraron que no se lo habían pasado mal, creo que un poquito sí se aburrieron. De hecho, traté de terminarla tan pronto como me fue posible. Al menos me quité el mal sabor de boca jugando después la partida del básico de Los Esoterroristas, mucho más gratificante.

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